25 oct 2011

CONCRETAR LA REALIDAD

Tarea ardua a lo largo de los siglos para eruditos, sabios, pensadores, artistas o filósofos. Ahora, en parte, depositada sobre los hombros de los periodistas. Algo tan sencillo y natural como la realidad.
¿Qué pasa?, ¿qué ocurre?, ¿Dónde se ha metido?

No conviene entrar en debates sobre cuantas realidades existen o cuan validas son. Jamás se terminaría la discusión. Trabajemos en base a la aproximación, a la comparación. Algo que, por cierto, también ocupa a la humanidad desde siempre. Para ser el primero, busca al mejor y supérale. Tan fácil como eso. Lo mismo ocurre con los que trasmiten la realidad. Buscan la del otro e intenta superarla. ¿Es esto posible hablando en términos tan absolutos como los de verdad y mentira? No lo sé. Pero se lleva a la práctica varias veces por día, en multitud de escenarios.

La comparación no implica afán de superación. Es el hombre el que se la imprime. La comparación puede implicar ansias de crecer, ánimos de construcción, deseos de compromiso. Trasladada al marco de la realidad más verdadera y al de la verdad mas real, solo parece desear la destrucción, fomentar la desviación y patentar la mentira.

Dos no se pelean si uno no quiere. Inviable a primera vista. Aquí cada uno tira para su barrio. Bien, tratemos de comparar la comparación. Aproximémonos. Recojamos cuanto se nos presenta, seleccionemos. Quizás y solo quizás consigamos concretar la realidad, aunque sea una muy particular. Pero bien elaborada, ponderada. Todos sabemos que menos por menos es más. Quizás y solo quizás ese sea el camino para completarnos y construirnos. La realidad es relativa, pero solo si la comparamos con la del que tenemos al lado. No me mientas. Pero tampoco me digas TU verdad. Por favor.

Pero la realidad es un todo, no nos olvidemos. Si lo hacemos, iremos a caer en el centro de los terrenos más pantanosos posibles. Es un todo que construye tu experiencia. No conviene beber de copas ajenas, pero sí saber a quién pertenecen. Si nos adelantamos a esos saberes y a esos quienes, entraremos en pasajes desconocidos, peligrosos. Tu mente todavía no es imperio. No te olvides. Una vez escuché que cuando los antiguos cartógrafos llegaban al final del mundo conocido escriban lo siguiente: A partir de aquí hay dragones. ¿ A partir de donde están los tuyos?

José Luis Rodríguez-Marin
Twitter: @JoselrMarin

1 comentario:

guille dijo...

Los kantianos sostienen que la realidad es consecuencia de la actividad del sujeto. ademas el conocimiento humano sólo puede ser fenomenologico y no puede referirse a las cosas en sí mismas ni a las supuestas realidades trascendentes o metafísicas. Esta tesis implica, en primer lugar, que en la experiencia de conocimiento el proceso psiquico humano influye en el objeto conocido, y en segundo lugar, la afirmacion de que efectivamente, el conocimiento humano tiene limites. dragones y bestias terribles al otro lado jose lui