20 oct 2011

SOCIÓPATA

Aborrezco a todo tipo de seres sin escrúpulos y sin más legalidad que la dictada por sus acciones. Más allá de esto, creo, no puede encontrarse mayor ignorante, ególatra, sátrapa y mezquino que el que obra siempre sin mirar dos palmos más allá de su enarbolada nariz. A menudo por esto me llaman sociópata, término ni siquiera reconocido por la RAE y que puso de moda hace unos años un tal House en televisión.
A lo largo de la vida de un individuo se llega a saber discernir entre la gente que te hace gracia y la que no, aquellos que atropellarías sin más daño público que el feo que hace su cadáver en nuestra acera, y éstas escasas personas por las que te dejarías atropellar sin dudar. Los hay incluso a quienes negarías el derecho de ser reconocidos como seres humanos, son los que conozco comúnmente como “asnos”.
Como digo, todos tenemos un pequeño sociópata alojado entre las sienes, personalidades antisociales con cierto tipo de seres absurdos y primarios que habitan nuestro entorno. “Que cada palo que aguante su vela”, dice el refrán. ¡Y qué gran verdad! El problema llega cuando la vela del otro se enreda en la tuya, me explico: No soporto a esos nuevos genios contemporáneos con gafas de pasta y pantalones de cuadros cuya pobre moral se rige por el caprichoso y egoísta Carpe Diem. ¡Ojo lumbreras! El ser humano es libre de pensar como quiera sí, pero de ser, estar y comportarse no.
Compartimos calles: Demuestra lo que vales y pinta algo bonito, pero hazme un favor, no pongas tu puto nombre en la frutería, en la papelera o en el portal de mi santa casa que ya eres mayorcito.Y si te gusta firmar estudias y estudias hasta que te saques las oposiciones de notario, verás como te mola estar todo el día firmando como un descosido.
Compartimos transporte: No comas y si lo haces no salpiques, y por solidaridad amigo, cómprate unos cascos ya que el vagón del metro o el mismo autobús no es ningún comedor social y ni mucho menos tu zulo particular donde poner a tu antojo y a todo volumen lo que inexplicablemente reconoces como música, una definición sin duda alejada de la que algunos años atrás dieran nombres como Bach o Liszt.
Compartimos portales, ascensores, cafeterías, consultas, salas de espera…En serio no eres un asno, uno de los animales a los que por su limitada capacidad intelectual permitiría su entrada a un sitio sin que me saludasen, (ahora habría que preguntarse cúal es la diferencia entre el pobre animal y tú, aunque seguramente reside en la formación de tu gaznate, lo más probable es que hayas intentado rebuznar alguna vez sin éxito y que esto, dadas tus semejanzas con el cuadrúpedo, te preocupe)
De todas formas, soy de los que piensan que lo último que se ha de perder en esta vida es la esperanza y que si lo intentas con tesón y ahínco, sigues “camelando y caminando” por la ruta de tierra hacia el establo, algún día estoy seguro, podrás rebuznar.

Jose Real.
Twitter: @Jose_Real90

No hay comentarios: